lunes, 4 de marzo de 2013

CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE ARANDA DE DUERO

CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE ARANDA DE DUERO

Reportaje titulado La vida en los campos de concentración de prisioneros, publicado en noviembre de 1938 en la revista santanderina Nueva España, se refleja la misa celebrada en el propio campo con motivo del bautismo de dos presos y la celebración de la primera comunión de otros 80 presos más.
Otras razones por las que se eligió esta ubicación era la cercanía a la población y la existencia de suministro de agua aunque durante los dos años de funcionamiento del campo de concentración se vio era insuficiente, agravando  las precarias condiciones de salubridad y la escasez para los prisioneros. Había una pequeña enfermería aunque cualquier caso complicado era trasladado al Hospital militar, ubicado en lo que ahora es el Colegio Público Castilla de  Aranda (desempeñó la función desde septiembre de 1936 hasta marzo de 1940).
Con los datos del Registro Civil y del libro de enterramientos se han recogido los nombres de 70 presos que fallecieron por diversas enfermedades tanto en el campo de concentración como en el Hospital militar. Según los datos  los orígenes de estos presos republicano procedían sobre todo de  Cataluña y Valencia.
El de Aranda era un campo de reclasificación en el que los presos republicanos permanecían en él hasta que se clarificaban sus antecedentes personales y posibles responsabilidades políticas. Era entonces, cuando se les enviaba a otro lugar para ser juzgados, disponiéndose su condena o puesta en libertad. Que fuera un campo de reclasificación tuvo como consecuencia pasara un gran número de presos ya que la rotación era constante.  Su capacidad inicial era para 2000 presos, pero ya en el estadillo de agosto de 1938 se indica que había en esa fecha 3551 presos. Como solía ocurrir los presos se hacinaban en condiciones de escasa salubridad. La gran cantidad de presos y la provisionalidad de las instalaciones nos da que pensar en las penalidades que el hacinamiento, el hambre, la enfermedad, la insalubridad y el frío serían una constante en la vida diaria de los presos.
Postal en la que vemos el modelo que debían utilizar los presos para comunicarse con sus familiares, figura el membrete del campo de concentración de Aranda y el sello que indica que la postal ha sido revisada por un censor.
Además también se destinó para atender a la preparación de mano de obra con destino tanto a los Batallones de Trabajo como a las obras públicas u otras obras no militarizadas en equipos de trabajadores especializados. El Ayuntamiento de Aranda solicitará un batallón de trabajo para realizar algunas obras: las obras de adoquinado de la carretera de la Estación serían terminadas por un grupo de 40 presos. También trabajarían en un tramo del adoquinado de Carrequemeda y en la pavimentación del tramo urbano de la carretera Valladolid-Soria, que corresponde a la calle Ruperta Baraya y el principio de la calle Burgo de Osma. Así aparecen citados como vinculados a este campo los B.T. números 117 y 118, referidos como “plenamente organizados”, quedando cuatro más en fase de organización para abastecimientos antiguos y nuevos.

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